domingo, 5 de octubre de 2014

Grandes tristezas


"El alma, no hace ni padece nada sin el cuerpo" Aristóteles

  Me espanta la cruda  realidad de contemplar que, cuando nuestro microcosmos es amenazado, haríamos cualquier cosa para conservarlo. 

     No nos basta manipular, mentir o engañar. Llegada la ocasión, mataríamos a cualquier hijo de vecino, aunque de momento, nos contentemos sólo con desearlo. Nos esforzamos en esconderlo, sin embargo, al odio solo le interesa que esa persona, no exista. Dentro de cada uno de nosotros hay un animal latente que no entiende de razones ni miramiento. 

     Tienen suerte, algunos, de no padecer grandes tristezas.




PACIENCIA

     A la salida del teatro el barullo era tal que se entretuvo un segundo a saludar a una vecina, y perdió en el tumulto a su marido.

     Segundos después, desembarazada de la bulla, vio a lo lejos cómo él conversaba con pasión con alguien de quien, desde su sitio, sólo podía ver los zapatos. 

    En el trayecto, y no sin esfuerzo, pudo cambiar la fulminante mirada por una sonrisa educada que mantuvo impertérrita mientras soportaba las presentaciones. 


   Sólo pudo apaciguar su odio a la mañana siguiente, cuando abrió el ordenador y manipuló el sistema para colocar su nombre en la lista. Ya solo tenía que tener paciencia. Tarde o temprano vendría a verla. Ahora, ella, era su médico.

11 comentarios:

  1. Llorando por sentir tus palabras como algo real

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    1. Solo somos humanos.En ti reside la luz que te hace ir más allá. Gracias por compartirla.

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  2. Estremecedora realidad, la q describen tus palabras. Ansiosa por la próxima terapia. Besos.

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    1. Gracias Montse por tus palabras de aliento y tu impaciencia. Siempre.

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  3. Dichosa tu mente privilegiada que con tan pocas líneas nos remueve las emociones. Nunca defraudas y siempre sorprendes.

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    1. Mi privilegio es que vosotros os dejéis remover las emociones. Gracias Ro, espero siempre poder llegar a la altura de vuestros listones, y, de no ser así, que me recojáis y me curéis las heridas.

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  4. Una nueva Terapia espectacular, genial, maravillosa. El relato me ha dejado estremecido, muy intenso. No se puede decir más.
    Gracias Mila y la impaciencia crece, y crece, y crece...

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    1. Gracias a ti siempre, Marcos, porque espectacular, genial y maravilloso es poder disfrutar de tus palabras de aliento. Porque tu impaciencia es cálida como los vientos del sur que ensanchan velas de galeones.

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  5. Pobre mujer... como tantas y tantos. Relato espectacular, Mila

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    1. Gracias Katia. No es fácil dominar los miedos, como no lo es hacer lo propio con las pasiones. Todos hemos sido alguna vez ella, como hemos sido el otro que ve su tristeza.

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  6. Siempre llego tarde a la terapia pero no se me ocurriría perderme ni una :)

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